El siguiente llamamiento, escrito por un grupo de académicos e ampliamente apoyado por un número creciente de profesores, investigadores y estudiosos, ha sido ampliado hacía la realidad social y sujeto a la sociedad civil.
El objetivo es llamar la atención alrededor de esta controversia, dar suporte a la experiencia de Mondeggi Bene Comune y presionar la Ciudad Metropolitana de Florencia (propietario de la finca), quién continúa poniendo en venta la finca de una forma cada vez más determinada.
Quién no conozca Mondeggi puede aprender más sobre la cuestión leyendo este Informe que ofrece un recorrido cronológico del proyecto, y ver algunas fotos tomadas a lo largo de estos años en este Informe fotográfico. Aquí podréis leer el llamamiento de hace tres años (al que se adhirieron alrededor de ochenta profesores).
El llamamiento forma parte de un conjunto de prisiones que tienen como objetivo interrumpir la puesta en venta de la finca y otorgar reconocimiento a la Gestión Cívica de la Comunidad de Mondeggi, definida en las Declaraciones de Gestión Cívica de un bien común y que ya ha sido puesta en práctica.
El camino que proponemos ha tenido éxito en diversos contextos gracias a la voluntad de las instituciones locales de dialogar con las realidad nacidas y desarrolladas con una lógica de democracia real y de potenciamiento de la función social sin tener que atrincherarse en la retórica de la legalidad, sabiendo que esta representa un concepto dinámico, que cambia en el espacio y en el tiempo dependiendo de la voluntad política vigente en las instituciones.
Por eso os pedimos que os adhiráis y difundáis este llamamiento a todos los contactos y canales útiles. En este momento, vuestro apoyo puede ser decisivo para la supervivencia de esta experiencia única de autogestión de un bien común en el que están implicados una centena de personas.
Para adherirse escribid a versomondeggibenecomune@inventati.org
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con Nombre y apellidos; Materia de estudio o de enseñamiento; universidad, escuela u organismo de referencia
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O bien con el nombre de la realidad social (asociación, organización, red…
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¡GRACIAS!!!
LLAMAMIENTO DE LOS DOCENTES, INVESTIGADORES, ESTUDIOSOS Y DE LA SOCIEDAD CIVIL PARA EL MANTENIMIENTO DE GESTIÓN DEL BIEN COMÚN EN LA GRANJA AUTOGESTIONADA DE MONDEGGI DE BAGNO A RIPOLI – FLORENCIA
Hace tres años un numeroso grupo de académicos de diversas universidades italianas y estudiosos de distintos centros de investigación manifestaron a través de un llamamiento su desaprobación con la alienación de la Hacienda de Mondeggi, una finca pública que se encontraba en estado de abandono. En este llamamiento se pedía a las administraciones públicas que imaginaran un futuro distinto para Mondeggi, uno que no fuera su venta privada. Se redactó con la ayuda de la amplia y diversa comunidad que la estaba haciendo renacer esforzándose en transformarla en un “bien común”. Ahora sentimos de nuevo la necesidad de intervenir porque, aunque por un lado la comunidad que se ocupa de Mondeggi ha crecido y se ha consolidado, por el otro, la administración publica continúa defendiendo el camino de la alienación, ignorando todo lo que está sucediendo en esta tierra y evitando tener una confrontación seria en que se diese el espacio necesario a este proyecto que nació de la comunidad local y que ha movilizado tanta energía social y solidaria.
Después de poner en subasta la finca y que no aparecieran otros posibles compradores, se deliberó la posibilidad de vender alguno de los terrenos para pagar los acreedores de la empresa anterior. La Ciudad Metropolitana de Florencia ha vendido todos los bienes móviles de la empresa y ha procedido a cubrir su quiebro financiero con dinero público para así poder llevar a la subasta todos los terrenos, los edificios i la villa de prestigio histórico conjuntamente. Continúan haciendo referencia a la deuda- de alrededor de un millón y medio de euros– acumulada durante décadas de gestión agroindustrial y de abandono, para continuar con la lógica de la alienación y cancelar esta gestión alternativa que está dando buenos resultados. Pero la deuda de la sociedad agrícola es el resultado de una de una administración miope que ha escogido una política agronómica destinada al fracaso con modelos de producción que han alienado la propiedad, las competencias y las técnicas de los campesinos y artesanos, abriendo camino hacia el modelo industrial, que es la causa principal de la contaminación, de la desocupación y del abandono del territorio.
Vale la pena repetir que la propiedad pública constituye des de siempre la premisa para la promoción de los intereses generales: alienar Mondeggi significa perder para siempre la oportunidad de hacer crecer un proceso de constitución, recuperación, utilización y gozo de un bien común que los ciudadanos han autogestionado con éxito durante estos últimos anos, sin tener el apoyo de las instituciones ni financiamiento público. En el 2014, para oponerse a la venta, se ha activado a Mondeggi una comunidad inclusiva de personas que dirige, custodia y mantiene los edificios y la tierra. Esta comunidad, que se organiza de forma asamblearia y utiliza el proceso de toma de decisiones compartida, ha mostrado características positivas y innovadoras, des de puntos de vista que van des de los típicamente agrícolas a los sociales y pedagógicos:
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La colaboración con diversos departamentos de la universidades italianas y extranjeras (Florencia, Reggio Emilia, Roma, Cagliari, Siena, Trento, Oxford, Barcelona…) para proyectos de investigación, tesis y movimientos formativos dirigidos por varios docentes universitarios.
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La organización de seminarios para profundizar, convenios técnicos y conferencias que han acogido personalidades de grande importancia a nivel nacional y internacional, su conocimiento y técnicas agroecológicas y temáticas relevantes en la actualidad.
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La progresiva afirmación de la granja autogestionada como puente entre el mundo urbano y el rural que ha desatado un continuo intercambio libre de conocimientos y competencias, en el cual se incorpora la Scuolo Contadina (Escuela Campesina), en la que los profesores, agrónomos, expertos y campesinos tienen lecciones y laboratorios gratuitos.
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La involucración en el campo educativo con numerosas clases a escuelas e institutos que visitan la granja para participar en itinerarios formativos de didáctica activa.
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El papel crucial de la granja en la promoción de relaciones recreativas, de convivencia y sociales que constituyen la base indispensable de una identidad compartida y la premisa para fortalecer las dinámicas de apoyo mutuo y cooperación que son necesarias para el neo-enraizamiento de comunidades campesinas.
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La experimentación de formas de democracia directa a través de la adopción de las decisiones consensuadas basadas en el principio de la apertura, inclusividad y compartimiento que han conducido a documentos muy elaborados.
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La recuperación y la revitalización de alrededor de 80 hectáreas de los 180 totales de la finca, con el cultivo de cereales, arboles de fruta, huerto, plantas aromáticas y azafrán, la gestión de los olivos y la viña, la cría de ovejas y cabras y de gallinas ponedoras, la apicultura, el vivero, la producción herborista, la panificación y la producción de cerveza, todo producido mediante una mezcla del modelo agrícola tradicional y el agroecológico.
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La realización de intervenciones de manutención autogestionada por una gestión compartida del patrimonio habitable.
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La implicación de más de trecientas personas del territorio en la custodia del bien común, con proyectos de autogestión de una parte de los olivos, y de huertos compartidos (proyecto Mo.T.A.)
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La recuperación de las variedades locales de los árboles, plantas y grano; la organización de intercambios de semillas; y la creación de una Casa de las Semillas.
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La pragmática búsqueda de interlocución con las instituciones que han conducido a la elaboración de una “Declaración de uso cívico del bien común” a partir del cual el movimiento se ha auto constituido en comunidad y ha prosperado posibles formas de reconocimiento legal de la experiencia.
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Durante estos años de custodia, la comunidad local se ha unido a la actividad del comité, se ha consolidado y ha tomado conciencia de sí misma. Siguiendo los pasos de las experiencias positivas de Nápoles (ex Asilo Filangeri) y Palermo (Complesso di Montevergini), que han visto como las entidades públicas han reconocido su recorrido de gestión compartida de un bien común, se ha redactado una “Declaración de gestión cívica de un bien común”, con la cual se constituye la Comunidad de Mondeggi como colectivo capaz de cuidar y dar vida a Mondeggi a través de una serie de reglas claras y compartidas.
Opuesta a la reiterada voluntad de la comunidad de Mondeggi de iniciar un diálogo y ver reconocida la utilidad social del proprio trabajo, la Ciudad Metropolitana de Florencia impulsa la intención de alienar la entera propiedad porque “sería mejor consentir al complejo inmobiliario Villa de Mondeggi y sus pertinencias a cumplir la misión de “promoción de la ruralidad polifuncional”, como precepto urbanístico del común de Bagno a Ripoli” sin considerar que la promoción de la ruralidad polifuncional es ya vigente, así como practicas optímales de agricultura campesina sostenible que han conseguido implicar a la comunidad local y aumentar el sentimiento de pertinencia y de participación. Si alienación tuviera lugar se puede prever verosímilmente que se sustituiría una experiencia positiva, que está teniendo tanto éxito, por una sociedad financiera que fortalecería el fenómeno de aburguesamiento y centralización de los bienes raíces, proceso vigente en Italia des de hace décadas con la desaparición en los últimos treinta años de casi dos millones de pequeñas empresas campesinas, que ha reducido el protagonismo de la sociedad local.
Mondeggi representa un experimento exitoso de gestión de un bien según la lógica comunitaria; en contra del individualismo difuso; solidaria, en contra la competición omnívora; y autogestionada, en vez de la omnipresente jerarquía. Por esto la experiencia de Mondeggi es al mismo tiempo una pieza importante de la urgente reflexión mundial sobre los límites del desarrollo agroindustrial y una alternativa real y funcional. La activación propositiva de un bien común consiste en dar una respuesta practica y factible a la crisis ecológica, a la desocupación, al progresivo declive de la calidad de los alimentos, y a la fragmentación del tejido social rural.
No solo pedimos el apoyo de aquellos que comparten nuestros principios, también el de aquellos que creen en la importancia de caminos no homologados, nutridos de un protagonismo popular como premisa para una difusión del poder, de las oportunidades, de los modelos culturales para un futuro sostenible y solidario, cosa que hoy en día en la Toscana parece utópico mientras que en otros contextos se ha convertido en una práctica común.
Teniendo en cuenta lo expuesto, pedimos a la Ciudad Metropolitana de Florencia.
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Que no proceda con la subasta;
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Que construya un camino de reconocimiento y dialogo con los sujetos públicos y sociales interesados a consolidar el proyecto ya encaminado de la Comunidad de Mondeggi, de modo que se definan y se formalicen formas innovadoras de gestión social y compartimiento de la Hacienda de Mondeggi, a partir de la “Declaración de gestión cívica de un bien común”;
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Que trace un proyecto de recuperación y valorización en el cuadro de la gestión cívica de Mondeggi, como ya ha sucedido en otros contextos como el de Nápoles o Palermo.
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SUSCRIPCIÒNES (247)
(Actualizadas al 31/10/2017)
Stefano Boni (antropologo, Università di Reggio Emilia), Daniela Poli (urbanista, Università di Firenze), Claudio Sopranzetti (antropologo, Oxford University), Alberto Magnaghi (urbanista, Università di Firenze), Piero Bevilacqua (storico, Università di Roma La Sapienza), Pierre Donadieu (agronomo e paesaggista, Ecole Nationale Supérieure de Paysage, Versailles – Marseille), Iacopo Bernetti (economista agrario, Università di Firenze), Ugo Mattei (giurista, Università di Torino), Carlo Alberto Graziani (giurista, Università di Siena), Giorgio Nebbia (emerito economista e ambientalista, Università di Bari), Fabio Parascandolo (geografo, Università di Cagliari), Andrea Baranes (economista, Fondazione Banca Etica), David Fanfani (urbanista, Università di Firenze), Giovanni Scotto (sociologo, Università di Firenze), Maria Rosaria Marella (giurista, Università di Perugia), Riccardo Franciolini (economista agrario, Rete Semi Rurali), Cristiana Fiamingo (coordinatrice del Centro di Ricerca Interdisciplinare SHUS – Università degli Studi di Milano “La Statale”), Bruno Antonio Bellerate (emerito storico della pedagogia, Università di Roma Tre), Alberto Budoni (urbanista, Università di Roma – La Sapienza), Francesco Alberti (urbanista, Università di Firenze), Alberto Ziparo (urbanista, Università di Firenze), Giovanni Belletti (economista agrario, Università di Firenze), Claudio Saragosa (urbanista, Università di Firenze), Liza Candidi (antropologa, Gran Sasso Science Institute), Francesco Zanotelli (antropologo, Università di Messina), Vittorio Sergi (sociologo, Università di Urbino), Mauro Van Aken (antropologo, Università Milano-Bicocca), Alexander Koensler (antropologo, Queen’s University of Belfast), Andrew Littlejohn (antropologo, Harvard University), Ivan Bargna (antropologo, Università Milano-Bicocca), Chiara Tornaghi (geografa, Research fellow in Urban Food Sovereignty and Resilience, Centre for Agroecology, Water and Resilience, Coventry University, UK), Agostino 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De Vito (storia moderna e contemporanea, Universita’ di Utrecht – Paesi Bassi e Universita’ di Leicester – Regno Unito), Massimo Autieri (sociologo rurale, Università “La Sapienza” di Roma), Colin Anderson (Geographer, Coventry University), Pierluca Gioia (scienze agrarie ed ambientali, Università degli studi di Perugia), Raul Mordenti (critica letteraria, Università di Roma “Tor Vergata”), Mauro Bonaiuti (bioeconomista, Università di Torino), Onofrio Romano (sociologo, Università di Bari), Riccardo Petrella (emerito economista politico, Università Cattolica di Lovanio – Belgio, promotore dell’Università del Bene Comune – Sezano/Verona), Ernesto Longobardi (scienza delle finanze, Università di Bari), Michele Carducci (comparazione costituzionale e geopolitica, Università del Salento – Lecce), Kathleen Garner (Altorientalistik, Universität Leipzig), Emilio Santoro (filosofia del diritto, Università di Firenze), Luca Baccelli (filosofia del diritto, Università di Camerino), Massimo Morisi (scienza dell’amministrazione, Università di Firenze), Costanza Margiotta (teoria legale, Università di Padova), Gianluca Bonaiuti (storia delle dottrine politiche, Università di Firenze), Anna Pettini (economia politica e pubblica, Università di Firenze), Leonardo Marchettoni (filosofia del diritto, Università di Parma), Nicolas Romillac (ecologo microbico, Université Paris Est-Créteil), Ugo Tonietti (scienza delle Costruzioni e statica e stabilità delle costruzioni murarie e monumentali, Università di Firenze), Stefano Isola (fisica matematica, Università di Camerino), Fabrizio Lorusso (scienze politiche, Universidad Iberoamericana León), Elena Taccetti (Agronomo, Università di Firenze), Gianluca Cavallo (filosofia, Università di Torino), Giovanna Tomassucci (letteratura polacca, Università di Pisa), Monica Toselli (psicologia dello sviluppo, Università di Firenze), John Gilbert (lingue, Università di Firenze), Elisabetta Baldi (medicina sperimentale e clinica, Università di Firenze), Gennaro Avallone (ricercatore, Università di Salerno), Francesca Zampagni (ricercatrice in Relazioni Internazionali, Scuola Superiore Sant’Anna di Pisa), Chiara Belingardi (ricercatrice urbana, CNR Roma), Alice Poma (ricercatrice, UNAM, Città del Messico), Tommaso Gravante (ricercatore, UNAM, Città del Messico), Alice Mattoni (ricercatrice, Scuola Normale Superiore di Firenze), Sofia Verza (ricercatrice, Università di Trento), Arianna Lodeserto (ricercatrice in filosofia, Sorbonne Nouvelle, Paris), Anna Lenzi (ricercatrice in orticoltura e floricoltura, Universita’ di Firenze), Lara Monticelli (sociologa, ricercatrice indipendente), Mariateresa Lazzaro (ricercatrice in Agronomia e Coltivazioni erbacee, gruppo di Agroecologia, Scuola Superiore Sant’Anna Pisa) Manuela Bagatta (ricercatrice, Centro di ricerca Cerealicoltura e Colture industriali – CREA-CI), Maria Angela Vigotti (ricercatrice epidemiologa, Università di Pisa), Alessandro Bufalini (ricercatore in diritto internazionale, Università della Tuscia), Alessandro Panunzi (ricercatore in linguistica generale, Università di Firenze), Davide Serafino (assegnista di ricerca in storia contemporanea, Istituto di scienze umane e sociali di Firenze), Rocco Alessio Albanese (assegnista di ricerca in diritto privato, Università di Torino), Pietro De Marinis (dottorando in Valutazione delle Politiche di Sviluppo Agricolo, Università degli Studi di Milano), Peppe Allegri (dottore di ricerca, Università “La Sapienza” di Roma), Francesco Biagi (dottorando in sociologia, Università di Pisa), Giacomo Pozzi (dottorando in antropologia e studi urbani, Università di Milano-Bicocca/Instituto Universitario de Lisboa), Romolo Calcagno (dottorando in sociologia, Università di Roma La sapienza), Caterina Giusa (dottoranda in sociologia, Université Paris13), Giulia Gonzales (dottoranda in antropologia, Universita’ di Torino), Matan Kaminer (dottorando in antropologia, University of Michigan), Maëlle Calandra 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Manuela Ferrara (dottoranda in biologia cellulare (Univesità La Sapienza – Roma), Michele Bianchi (dottorando in sociologia della governance, partecipazione sociale e cittadinanza, Università Carlo Bo Urbino), Gloria Giambartolomei (dottoranda su pratiche partecipative di gestione sostenibile delle risorse naturali, Università di Coventry – Regno Unito), Lucia Turco (dottoranda in Studi Internazionali, Université d’Aix-Marseille – Francia), Clara Zanardi (dottoranda in antropologia urbana, Università degli studi di Trieste), Alessandro Peregalli (dottorando in Studi Latinoamericani, Univerdidad Nacional Autónoma de México), Caterina Morbiato (dottoranda in Studi Latinoamericani, Univerdidad Nacional Autónoma de México), Federico de Stavola (dottorando in Studi Latinoamericani, Univerdidad Nacional Autónoma de Mé), Raul Zecca Caste (dottorando in antropologia, Universitá di Milano Bicocca), Giulio Castelli (dottorando in ingegneria agraria, Università di Firenze), Cecilia Zamponi (dottoranda in pianificazione, Università La Sapienza di Roma), Guido Viale (sociologo e saggista), Stefano Romboli (Libera Università Popolare, Livorno), Rino Genovese (Fondazione per la critica sociale, Firenze), PierPaolo Poggio (Fondazione Micheletti, Brescia), Raúl Zibechi (scrittore e attivista, Uruguay), Gustavo Esteva (attivista, fondatore della Universidad de la Tierra, México), Carlos Fazio (scrittore, giornalista de La Jornada, accademico, Universidad Nacional Autónoma de México – UNAM), Marco Bersani (Attac Italia), Paolo Cacciari (giornalista), Silke Helfrich (independent author, scholar and activist, Commons Strategies Group), Helen Ampt (fisica e traduttrice scientifica, Siena), Paulo Lima (giornalista e presidente dell’Associazione Viraçao&Jangada), Elena Taverna, (caporedattore centrale, Labsus – Laboratorio per la sussidiarietà), Genny Carraro (direttrice generale della Global ecovillage Network Europe, consigliera europea di ECOLISE), Fabio Balocco (avvocato e scrittore, blogger per Il Fatto Quotidiano), Francesca Gargallo (scrittrice e membro del Patrón de tutores del Posgrado en estudios Latinoamericanos, UNAM, Cittá del Messico), Vanni Santoni (scrittore e giornalista, Corriere della Sera, Internazionale et al.)